La fecha más celebrada en mi familia es el Día de la Madre, del Padre y el Año Nuevo. No recuerdo que en alguna de estas festividades no nos hayamos reunido. Quizá porque siempre fue así. En estas reuniones la Pachamanca es la que se lleva todo nuestra atención y la de los nuevos miembros. Todos estamos pendientes de la hora e impacientes por sentir su olor y sabor.
El video que vimos en clase nos da una serie de informaciones valiosas, pero lo que no menciona en ningún momento es lo complejo que puede ser la preparación en cuanto a la elección de las piedras, de las maderas secas y menos aún el tiempo de cocción.
Lamentablemente no podemos hacer una buena pachamanca en Lima, al menos no como en la sierra, debido a que en la ciudad no contamos con piedras tan resistentes para soportar el calor ni la leña es la adecuada. Por ello es que la Carretera Central, la Panamericana Norte y la Panamericana Sur ya que se puede encontrar piedras más grandes, redondas y compactas; y la tierra es también la adecuada.
Como se dice en el video, son los varones quienes sacan la tierra y la pachamanca debido a que si la madre tierra es muy celosa cuando una mujer lo hace. Yo no soy muy creyente de esta teoría, al contrario, creo que son los varones quienes con lampas y pinzas en mano sacan la tierra y las piedras ya que tienen más fuerza.
Los jóvenes estamos alrededor del hueco para recibir en ollas las habas, las papas, las ocas, mashuas, las humitas y la carne ya sea de pollo, chancho o de res. Los adultos que en la mayoría son varones, sudan mucho por el vapor que emana de las piedras calientes y la propia pachamanca.
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