viernes, junio 15, 2007

pez prehistorico: el celacanto.

Gracias a la geografía y a los estudiosos de esta materia, sabemos que muchos seres primitivos se extinguieron por las erupciones volcánicas debido al recalentamiento global y que estos no soportaron ni se adaptaron a ese desastre. Seres como los dinosaurios o los pterodáctilos que solo vemos en libros cuyos autores tuvieron como guía principal los restos fósiles hallados y dedujeron que tenían la forma como los dibujan. Sin embargo, los creadores de estas teorías no contaron con el hallazgo de un pez con rasgos de reptil: el celacanto.
Desde tiempos muy remotos, el celacanto: un pez con características propias y distintas a los demás de su especie y que apareció en el periodo Devónico, se creyó extinto. En el periodo Devónico Superior, el celacanto pisó tierra, esto produjo la transformación de sus aletas a patas y tuvo que adaptarse a la respiración aérea y ya no a la branquial. Esto le da relevancia a la existencia de esta especie por ser parientes vivos de los vertebrados que cambiaron de hábitat.

La peculiaridad externa de este pez radica en que posee aletas lobuladas que parecen patas, y no con radio como otras especies de su género, y en la interna, cuenta con una vejiga natatoria con aceite, la cual le permite una inmersión a grandes profundidades.

El primer ejemplar fue capturado el 22 de diciembre de 1938 a 60 metros de profundidad, pero se sabe que estos peces pueden vivir en profundidades que fluctúan entre 150 y 250 metros. Durante el día, se ocultan en cuevas submarinas creadas por la lava de erupciones volcánicas, y por la noche suben a la superficie a alimentarse de peces de arrecife, los cuales son escasos por la pesca indiscriminada.

Su peso oscila entre 60 y 100 kilos, miden hasta 1,80 metros, dependiendo de su adultez o la alimentación. Su color es gris azulado y tonos variables entre parduzco y azul intenso y
su reproducción es ovovípara, es decir la fecundación es interna y tiene una duración de trece meses aproximadamente. Alrededor de veinte huevos, que llegan a medir hasta 10 centímetros de diámetro y a pesar 300 gramos cada uno, pasan por este proceso

Como se dijo, el celacanto había pasado a la historia, sin embargo, un barco pesquero sudafricano, sin saberlo, capturó un celacanto cerca del puerto de East London (Sudáfrica). La conservadora del museo local, Marjorie Courtenay-Latimer, observó, entre la pesca descargada en el muelle, un pez cuyas aletas eran distintas a las de los demás.

En 1952, otro ejemplar fue capturado por un pescador en las Islas Comoras, en el Océano Índico, entre Madagascar y Mozambique y ,en el 1998, el biólogo Mark Erdmann demostró que habían más celacantos en Manado Tua, una de las Islas Célebes, la cual tiene un alejamiento de 10,000 kilómetros de las Islas Comoras. La captura de estos ejemplares reveló la existencia de una distribución geográfica mayor a la que se creía.

Arreglar esta parte A pesar de que el celacanto no es comestible ya que existe la creencia que al ingerirla hace longeva a la gente. sorprende que en los años 1991 y 1994 se haya observado que el número de este pez bajó notablemente en los lugares que habían sido vistos. Se atribuye este declive al alto comercio informal de peces que están en la dieta de los celacantos.

No se han podido desarrollar los estudios necesarios del celacanto, ya que estos solo permanecen intactos cuatro horas como máximo fuera de su entorno, luego estallan debido a la diferencia de presión, esto ocasiona que las muestras sean difíciles para un buen estudio de esta especie marina. La disminución de peces pequeños afecta su existencia, a esto se suma su lento y complejo ciclo de reproducción, desventajas que contribuyen a su fragilidad y hacen del celacanto una de las especies en mayor peligro de extinción.

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