viernes, junio 15, 2007

Un finde semana.normal.

Seguramente creen que ahora leerán una historia alegre e inolvidable de un fin de semana llena de emociones, visitas a lugares de esparcimiento u otras actividades que, quizás, ustedes si lo tienen. Bienaventurados. Pero se equivocan. Mientras que el fin de semana de muchos estudiantes y trabajadores empieza el viernes por la noche, el mío solo me hace acordar que al día siguiente las clases en la universidad continúan y muy temprano: 9 y 30 AM, y para llegar a tiempo debo levantarme a más tardar a las 8 en punto. No es que me demore en la distancia de mi casa hasta la universidad, sino que debo terminar o empezar el trabajo de ese curso que debo presentar. Trabajo que debía haberlo hecho durante la semana, no es que no tenga tiempo ni que no me guste el curso, sino que lo postergo de un día para otro. A las 12 PM, que termina la clase ya tengo planeado que ese trabajo lo debo hacer el domingo, sin embargo, el domingo digo que lo haré el lunes, luego el martes, después el miércoles y así hasta llegar al sábado cuando mi despertador suena a las 8 de la mañana en punto.

Solo tengo media hora para terminar o empezar el trabajo y, aunque no lo crean, lo termino, yo mismo me asombro, lo grabo en mi USB y me lo llevo, pero ya ha pasado más de media hora y el trabajo tiene varios errores ortográficos. No crean que así lo presento a la profesora. No, no. Llego a la universidad, voy al sótano, al taller de Internet y es ahí donde lo corregido y agrego ciertas ideas que creo en el camino. ¿El resultado?, un quince. Pero ya son las 9 y 45. Una vez más he llegado tarde.

Con esto no quiero decir que para tener una nota aprobatoria hagan eso siempre, tiene sus desventajas ya que el trabajo, muchas veces, no queda como tu habías pensado o querido, o como si lo hubieras hecho el domingo o durante la semana.

Ni qué decir del domingo, reviso mis anotaciones de toda la semana. Leo los diarios que han llegado a la casa todos los días y compro una película de estreno. Obviamente pirata. Por las mañanas y las noches, veo algunos programas de televisión para profundizar en algunos escándalos en el congreso, o en alguna institución del Estado. Y antes de dormir, veo el programa humorístico “El Francotirador”, conducido por Jaime Bayly.

A todo esto, alguien se preguntará si soy feliz con un fin de semana así. La respuesta es afirmativa. Comenzando por que me gusta hacer mis cosas con presión ya que las ideas fluyen mejor. Además ya estoy acostumbrado. Un fin de semana diferente a este, claro con ciertas modificaciones.

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