La relación diplomática de Perú con el vecino país del sur está resquebrajada gracias a los constantes desacuerdos y las posturas herméticas
Si observamos como mira un chileno a un peruano o viceversa, o preguntamos qué opina uno del otro, descubriremos que existe una relación tensa, que ha sido interiorizada y de la cual razones, muchas hay.
Retornando, no muchos años atrás podríamos decir que todo se inicia con la lucha por el guano y el salitre, que por esa época constituía un tesoro de gran valor económico.
Perú tenía yacimientos en el desierto de Atacama que significaba una primera fuente de explotación y posterior inserción en el mercado internacional, lo cual probablemente ponía de muy mal humor al país vecino.
El 5 de abril de 1879, Chile declara la guerra al Perú, una contienda agresiva sumamente desigual, aparentemente preparada con mucha anticipación y que obedecía a sombríos apetitos de expansionismo.
Chile decide que no se podían realizar operaciones militares en el mismo desierto en cuestión pues era un terreno sumamente difícil y el acceso debía ser primero por mar y luego por tierra. Se podría decir que es este el primer momento en que el país del sur posó la mirada sobre nuestro mar.
Con ese objetivo claro se iniciaron las diferentes campañas bélicas hasta el 20 de octubre de 1883, en que la guerra del pacífico concluyó con la firma del Tratado de Ancón (contrato que la parte victoriosa incumplió).
Durante la ocupación chilena en Lima, la actitud de los sureños fue reprobable en muchos sentidos. Por ejemplo, violaron a las mujeres, maltrataron a limeños honorables, saquearon bibliotecas llevándose libros valiosos e incendiaron edificios importantes incluyendo la biblioteca nacional.
Actualmente un sector político de Chile ha reconocido como error el saqueo de bibliotecas proponiendo devolver a Perú todo libro hurtado en esas épocas, pero hasta ahora no se ha hecho real esta premisa.
En 1929 se firma el Tratado de Lima, en el cual se indicó que la provincia de Tacna sería (mediante un plesbicito) devuelta al Perú 10 años después mientras que Arica quedaría definitivamente en manos de Chile.
Durante este periodo de soberanía chilena los pobladores peruanos de Arica y Tacna fueron acosados por un sistema de las autoridades de ese país, que se denominó “chilenización”, producto de una corriente ultra-nacionalista que desencadenó la creación de ligas patrióticas y clubes de diversas índoles.
Éstas estaban encargadas de hacer desaparecer todo rastro peruano de aquellas provincias con la excusa de que se impartía propaganda anti-chilena, así se amedrentó a la población peruana, se provocaron incendios, destierros, saqueos, empezaron las desapariciones, se cerraron escuelas, cometieron agravios en contra de nuestras mujeres indefensas a quienes violaron y asesinaron, además de matar a nuestros ancianos y niños.
En la actualidad Chile se ha pronunciado sobre la tirante relación que manejamos, expresando en sus medios de comunicación, con mayor fuerza en El mercurio de Chile y TV Chile, que Arica y Tarapacá, fueron tomados como botín de guerra y que de ninguna manera serán devueltos.
Luego se lanzó una amenaza, amparada en la carrera armamentista con la justificación que sólo están sustituyendo su material de guerra obsoleto, en la que expresa que si Perú se arriesga en una aventura bélica contra ellos, volverán a vencernos y entrarán hasta Arequipa, territorio que tampoco será devuelto.
Al parecer Chile no está satisfecho con lo que posee y tiene una ambiciosa obsesión de capturar todo el territorio peruano que le sea posible, no sólo de la superficie en la que ejerce soberanía, sea este el problema de delimitación marítima, sino también en cuestiones culturales de toda índole.
El problema marítimo es una controversia diplomática entre las repúblicas sobre la soberanía de una zona de aproximadamente 37.900 km² en el Océano Pacífico, pero ni el Tratado de Ancón ni el de Lima se refieren explícitamente a las fronteras marítimas entre Chile y el Perú.
También se firmó un convenio con el fin de eliminar los pasaportes y permitir así el libre acceso de ambas partes a sus territorios, sin más que presentar los respectivos documentos de identidad, la entonces congresista aprista Judith De La Matta, gestora de dicho convenio declaró que a pesar de estar en supuesto acuerdo, los hermanos del sur trataron a los nuestros negándoles el libre ingreso y agraviándolos verbalmente y tildándolos de parásitos.
Como si fuera poco, la empresa chilena aeroportuaria “Lan Perú” exhibió durante largo tiempo en sus viajes, videos que mostraban la pobreza del Perú, los lugares más miserables de la región, escenas de las personas que viven con los mínimos recursos y la peligrosidad de la delincuencia.
Haciendo uso de este video se consiguió espantar a los turistas y dejarles claro que no debían venir a visitar nuestro país, pero lo peor de toda esta situación es que nuestra representación diplomática, no se alarmó y se limitó a exigir una disculpa de Chile.
Y no se queda atrás el polémico tema de los productos bandera. Estos son aquellos que resultan en expresiones culturales cuyo origen o transformación han ocurrido en el territorio peruano con características que representan la imagen del país fuera de este.
La Comisión Nacional de Productos Bandera (COPROBA) es el organismo peruano que tiene por fin lograr una oferta exportable y consolidar su presencia en mercados internacionales.
Como si fuera poca la suma de desafíos hasta entonces, los chilenos se han aprovechado de la situación de algunos productos como la chirimoya, el café, el espárrago, la páprika, la alcachofa, el maíz morado, la papa y el pimiento piquillo, que son los determinados en evaluación.
Así se apropiaron de nuestra Chirimoya (el origen del nombre proviene del quechua chirimuya, que significa semillas frías, ya que germina a elevadas altitudes) a la que han bautizado como "Chilemoya", y también de la chicha morada.
Pero la mayor provocación es que han hecho gestiones para apoderarse de nuestro tradicional Pisco, denominado así por tener como lugar de origen un puerto del mismo nombre. Y no solo eso. Existe también un pájaro que vuela en nuestro cielo, y un cántaro de nuestra alfarería tradicional bautizado con esta mágica palabra.
A fines del 2002, la revista Caretas publicó en una de sus páginas una agresiva publicidad realizada por el publicista Gustavo Rodríguez de la agencia Toronja Comunicación Persuasiva, en la que aparece un racimo de uvas verdes con la forma de Sudamérca, pero que en la parte que representa a Chile no tiene ni un fruto, al lado de este vacío decía “Chile, despídete del pisco”.
Esta publicidad sólo fue publicada una vez, pero causó tal impacto en la población peruana que rápidamente se extendió por internet. La noticia no tardó en llegar a Chile, y se empezó una disputa comercial entre ambos países. Lo que devino en declarar el 8 de febrero como el día nacional del Pisco Sour.
Cabe aclarar que el licor denominado pisco que se fabrica en Chile es un aguardiente que compite con el cañazo, en contraste con el pisco peruano que compite por su calidad de destilación y valor con el brandy y el coñac, así lo explica el presidente del Comité de Pisco de la Asociación de Exportadores (ADEX) Miguel Poblete, frente al problema que enfrentamos por la homonimia de nuestra empresa Santiago Queirolo.
Un problema que se inició el año pasado en el mes de agosto cuando el empresario chileno Juan Pablo Queirolo Molina decidió denominar así a la producción de su licor a base de uvas, lo que resultó factible pues los registros de marca no son territoriales.Sin embargo la nueva bravata de Chile radica no en la homonimia sino en la copia del logotipo del pisco peruano Queirolo, es decir el isotipo (dibujo) y la tipografía (tipo de letra) además de los colores muy similares.
Con ello se iniciaría una confusión que será inevitable en los países que acepten ambas bebidas en su mercado, por lo que Poblete indica "Es una práctica desleal que perjudicará la imagen del pisco peruano. Imagínense que en Estados Unidos pidan un pisco Queirolo y le den el aguardiente chileno cuando el comprador espera degustar el nuestro. Ahora preguntarán, desea pisco Queirolo peruano o pisco Queirolo chileno. Es increíble".
El "hermano" país del sur, sigue empeñado en despojar al Perú de una buena parte de sus propiedades estratégicas. No se debe ser indiferente ante las 250 empresas en las que invierten aquí y el poder económico que han alcanzado a costa de nuestro mercado.
Y tampoco que fueron ellos los que proporcionaron armas a Ecuador en pleno conflicto armado, sin embargo, nuestra Patria es conocida por ser la más inocente, amable y olvidadiza del globo.
Pareciera entonces que Chile tiene intenciones de imitar al país o de peruanizarse en el mejor de los casos, o será que pretende eliminarnos del mapa y extender su territorio hasta el nuestro, apropiándose de todo lo que Perú significa.
Fuentes:
Historia de la república del Perú de Jorge Basadre
Informe de COPROBA comisión de productos bandera
Diario El Comercio
Revista Caretas
Fragmento entrevista con Gustavo Rodriguez
Enciclopedia virtual wikipedia
Si observamos como mira un chileno a un peruano o viceversa, o preguntamos qué opina uno del otro, descubriremos que existe una relación tensa, que ha sido interiorizada y de la cual razones, muchas hay.
Retornando, no muchos años atrás podríamos decir que todo se inicia con la lucha por el guano y el salitre, que por esa época constituía un tesoro de gran valor económico.
Perú tenía yacimientos en el desierto de Atacama que significaba una primera fuente de explotación y posterior inserción en el mercado internacional, lo cual probablemente ponía de muy mal humor al país vecino.
El 5 de abril de 1879, Chile declara la guerra al Perú, una contienda agresiva sumamente desigual, aparentemente preparada con mucha anticipación y que obedecía a sombríos apetitos de expansionismo.
Chile decide que no se podían realizar operaciones militares en el mismo desierto en cuestión pues era un terreno sumamente difícil y el acceso debía ser primero por mar y luego por tierra. Se podría decir que es este el primer momento en que el país del sur posó la mirada sobre nuestro mar.
Con ese objetivo claro se iniciaron las diferentes campañas bélicas hasta el 20 de octubre de 1883, en que la guerra del pacífico concluyó con la firma del Tratado de Ancón (contrato que la parte victoriosa incumplió).
Durante la ocupación chilena en Lima, la actitud de los sureños fue reprobable en muchos sentidos. Por ejemplo, violaron a las mujeres, maltrataron a limeños honorables, saquearon bibliotecas llevándose libros valiosos e incendiaron edificios importantes incluyendo la biblioteca nacional.
Actualmente un sector político de Chile ha reconocido como error el saqueo de bibliotecas proponiendo devolver a Perú todo libro hurtado en esas épocas, pero hasta ahora no se ha hecho real esta premisa.
En 1929 se firma el Tratado de Lima, en el cual se indicó que la provincia de Tacna sería (mediante un plesbicito) devuelta al Perú 10 años después mientras que Arica quedaría definitivamente en manos de Chile.
Durante este periodo de soberanía chilena los pobladores peruanos de Arica y Tacna fueron acosados por un sistema de las autoridades de ese país, que se denominó “chilenización”, producto de una corriente ultra-nacionalista que desencadenó la creación de ligas patrióticas y clubes de diversas índoles.
Éstas estaban encargadas de hacer desaparecer todo rastro peruano de aquellas provincias con la excusa de que se impartía propaganda anti-chilena, así se amedrentó a la población peruana, se provocaron incendios, destierros, saqueos, empezaron las desapariciones, se cerraron escuelas, cometieron agravios en contra de nuestras mujeres indefensas a quienes violaron y asesinaron, además de matar a nuestros ancianos y niños.
En la actualidad Chile se ha pronunciado sobre la tirante relación que manejamos, expresando en sus medios de comunicación, con mayor fuerza en El mercurio de Chile y TV Chile, que Arica y Tarapacá, fueron tomados como botín de guerra y que de ninguna manera serán devueltos.
Luego se lanzó una amenaza, amparada en la carrera armamentista con la justificación que sólo están sustituyendo su material de guerra obsoleto, en la que expresa que si Perú se arriesga en una aventura bélica contra ellos, volverán a vencernos y entrarán hasta Arequipa, territorio que tampoco será devuelto.
Al parecer Chile no está satisfecho con lo que posee y tiene una ambiciosa obsesión de capturar todo el territorio peruano que le sea posible, no sólo de la superficie en la que ejerce soberanía, sea este el problema de delimitación marítima, sino también en cuestiones culturales de toda índole.
El problema marítimo es una controversia diplomática entre las repúblicas sobre la soberanía de una zona de aproximadamente 37.900 km² en el Océano Pacífico, pero ni el Tratado de Ancón ni el de Lima se refieren explícitamente a las fronteras marítimas entre Chile y el Perú.
También se firmó un convenio con el fin de eliminar los pasaportes y permitir así el libre acceso de ambas partes a sus territorios, sin más que presentar los respectivos documentos de identidad, la entonces congresista aprista Judith De La Matta, gestora de dicho convenio declaró que a pesar de estar en supuesto acuerdo, los hermanos del sur trataron a los nuestros negándoles el libre ingreso y agraviándolos verbalmente y tildándolos de parásitos.
Como si fuera poco, la empresa chilena aeroportuaria “Lan Perú” exhibió durante largo tiempo en sus viajes, videos que mostraban la pobreza del Perú, los lugares más miserables de la región, escenas de las personas que viven con los mínimos recursos y la peligrosidad de la delincuencia.
Haciendo uso de este video se consiguió espantar a los turistas y dejarles claro que no debían venir a visitar nuestro país, pero lo peor de toda esta situación es que nuestra representación diplomática, no se alarmó y se limitó a exigir una disculpa de Chile.
Y no se queda atrás el polémico tema de los productos bandera. Estos son aquellos que resultan en expresiones culturales cuyo origen o transformación han ocurrido en el territorio peruano con características que representan la imagen del país fuera de este.
La Comisión Nacional de Productos Bandera (COPROBA) es el organismo peruano que tiene por fin lograr una oferta exportable y consolidar su presencia en mercados internacionales.
Como si fuera poca la suma de desafíos hasta entonces, los chilenos se han aprovechado de la situación de algunos productos como la chirimoya, el café, el espárrago, la páprika, la alcachofa, el maíz morado, la papa y el pimiento piquillo, que son los determinados en evaluación.
Así se apropiaron de nuestra Chirimoya (el origen del nombre proviene del quechua chirimuya, que significa semillas frías, ya que germina a elevadas altitudes) a la que han bautizado como "Chilemoya", y también de la chicha morada.
Pero la mayor provocación es que han hecho gestiones para apoderarse de nuestro tradicional Pisco, denominado así por tener como lugar de origen un puerto del mismo nombre. Y no solo eso. Existe también un pájaro que vuela en nuestro cielo, y un cántaro de nuestra alfarería tradicional bautizado con esta mágica palabra.
A fines del 2002, la revista Caretas publicó en una de sus páginas una agresiva publicidad realizada por el publicista Gustavo Rodríguez de la agencia Toronja Comunicación Persuasiva, en la que aparece un racimo de uvas verdes con la forma de Sudamérca, pero que en la parte que representa a Chile no tiene ni un fruto, al lado de este vacío decía “Chile, despídete del pisco”.
Esta publicidad sólo fue publicada una vez, pero causó tal impacto en la población peruana que rápidamente se extendió por internet. La noticia no tardó en llegar a Chile, y se empezó una disputa comercial entre ambos países. Lo que devino en declarar el 8 de febrero como el día nacional del Pisco Sour.
Cabe aclarar que el licor denominado pisco que se fabrica en Chile es un aguardiente que compite con el cañazo, en contraste con el pisco peruano que compite por su calidad de destilación y valor con el brandy y el coñac, así lo explica el presidente del Comité de Pisco de la Asociación de Exportadores (ADEX) Miguel Poblete, frente al problema que enfrentamos por la homonimia de nuestra empresa Santiago Queirolo.
Un problema que se inició el año pasado en el mes de agosto cuando el empresario chileno Juan Pablo Queirolo Molina decidió denominar así a la producción de su licor a base de uvas, lo que resultó factible pues los registros de marca no son territoriales.Sin embargo la nueva bravata de Chile radica no en la homonimia sino en la copia del logotipo del pisco peruano Queirolo, es decir el isotipo (dibujo) y la tipografía (tipo de letra) además de los colores muy similares.
Con ello se iniciaría una confusión que será inevitable en los países que acepten ambas bebidas en su mercado, por lo que Poblete indica "Es una práctica desleal que perjudicará la imagen del pisco peruano. Imagínense que en Estados Unidos pidan un pisco Queirolo y le den el aguardiente chileno cuando el comprador espera degustar el nuestro. Ahora preguntarán, desea pisco Queirolo peruano o pisco Queirolo chileno. Es increíble".
El "hermano" país del sur, sigue empeñado en despojar al Perú de una buena parte de sus propiedades estratégicas. No se debe ser indiferente ante las 250 empresas en las que invierten aquí y el poder económico que han alcanzado a costa de nuestro mercado.
Y tampoco que fueron ellos los que proporcionaron armas a Ecuador en pleno conflicto armado, sin embargo, nuestra Patria es conocida por ser la más inocente, amable y olvidadiza del globo.
Pareciera entonces que Chile tiene intenciones de imitar al país o de peruanizarse en el mejor de los casos, o será que pretende eliminarnos del mapa y extender su territorio hasta el nuestro, apropiándose de todo lo que Perú significa.
Fuentes:
Historia de la república del Perú de Jorge Basadre
Informe de COPROBA comisión de productos bandera
Diario El Comercio
Revista Caretas
Fragmento entrevista con Gustavo Rodriguez
Enciclopedia virtual wikipedia
1 comentario:
¿Cual seria la solución a estos impasses entre naciones? Algun delirante y trasnochado diria ir a la guerra y cobrar lo que chile nos quito y nos sigue quitando.... pero el poder militar es incomparable, soloamente Brasil esta en una situación de confrontar a chile y no por la via tecnologica militar sino porques es una mayor economia que la chilena, ademas, leyendo los foros y blog chilenos los peruanos o somos de segunda o simplemente no existimos salvo cuando hablamos de cosas que a ellos no le gusta hablar. Ninguna nación en sus cabales seria capaz de despertar a China en lo militar, claro chile no es una pòtencia o gigante dormido, pero en el vecindario es un "roto" o criollo más.... pero armado con la ultima tecnologia y vasallo de Inglaterra, quien se levantaria en el mundo si chile nos invade, quien?. Venezuela.... lo que seria pretexto para acallarla y disipar todo intento seudo revolucionario en el patio trasero del IMPERIO. Brasil? No lo creo Brasil y chile sacaron ventajas por la guerra de las malvinas. Todas las naciones de sudamerica? No creo porque el desequilibrio militar es tan evidentemente favorable a los chilenos que sumando Peru, Argentina y Bolivia no equiparamos su poder de fuego. Alguna nacion en el mundo? Tampoco, para nuestro mal chile es más conocido que el Peru en el extranjero debido a una mega campaña de marketing que lleva y muesdtra productos chilenos por todo el mundo y nosotros bien ... gracias
Juan Soler Massal
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